Hay tradiciones que intoxican, que son contradicción, porque van contra nuestro bienestar.
Las cenas de navidad son una tradición que necesitamos revisar. La persona promedio engorda 1 libra durante la Navidad, y la mayoría de la gente nunca pierde esa libra que se va acumulando y multiplicando año tras año desde la juventud, según un estudio publicado en The New England Journal of Medicine.
Cuando la persona ya está en sobrepeso, suele aumentar 5 libras o más durante la Navidad que seguirá acumulando año tras año, si no realiza un cambio en su alimentación.
Considerando esto podemos entender por qué tanta gente va ganando más y más peso a medida que pasan los años. Y el aumento de peso va de la mano con un deterioro progresivo de salud.
Para much@s, las tan esperadas y tradicionales reuniones familiares se han convertido en un foco de mala digestión, azúcares refinadas, carbohidratos simples, pobre combinación de alimentos, y a veces también bochinches, divisiones, falta de conexión y profundidad pero… ¡que siga la fiestaaaaa!
Esta paradoja va contra la tradición de compartir salud y desear lo mejor a nuestros seres queridos. ¿A caso no queremos lo mejor para nuestra familia y amistades?
¿Cuanto porciento de las personas que vas a ver en la fiesta de navidad están en sobrepeso y/o enfermas? Suelen abundar las anécdotas de las enfermedades que tienen y las nuevas pastillas que se están tomando; siendo los problemas mas comunes: diabetes, obesidad, tiroides, problemas del corazón y cáncer.
Un denominador común que alimenta estas condiciones es la toxicidad creada por combinaciones de alimentos incompatibles, falta de densidad nutricional y consumo de menús que acidifican las células del cuerpo, imposibilitando la sanación.
La contradicción de la cena de navidad es, muchas veces, la de una celebración que al final te hace sentir mal. ¿Hasta cuándo vamos a continuar tolerando esto?
¿Qué puedes hacer?
Aquí te compartimos 3 nuevas recomendaciones para que tengas una Navidad menos tóxica donde no ganes libras innecesarias:
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Si vas a consumir postre espera al menos 1 hora después de comer.
La combinación de alimentos altos en grasa con azúcares o carbohidratos simples, es sinónimo de ganar peso y fluctuaciones en tus niveles de azúcar. ¿Por qué? Al ser de rápida digestión, las azúcares o carbohidratos simples inducen al páncreas a segregar más insulina de la que el cuerpo puede procesar, y como ya el estómago está ocupado con una digestión, lo que el cuerpo hace es almacenar toda la sobredosis de azúcar en la forma de grasa. Además de engordar, esta combinación, crea pesadez, hinchazón, gases y sueño. Al esperar 1 hora le das tiempo a la comida a ser procesada antes de ingresar algo nuevo. Pero antes muévete, vete a bailar, ¡usa la energía que has creado! Quizás te sientas tan feliz que se te olvide el postre.
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Elige bebidas que te ayuden a digerir, o elimina la necesidad de beber mientras comes.
Las bebidas que estas tomando pueden estar cancelando tu digestión. Muchas veces los alimentos que están combinados en el plato no son compatibles entre si, y esto se agrava con bebidas que entorpecen la digestión aún más. Esto crea fermentación y se producen toxinas que van también a almacenarse en la grasa corporal. Cualquier bebida con azúcar añadida crea los mismos efectos de un postre, incluyendo la cerveza. Las bebidas de frutas tampoco son compatibles consumirlas con la cena. Una bebida fría apaga el fuego digestivo, retrasa tu metabolismo y destruye la enzima pepsina, encargada de transformar las proteínas en aminoácidos. Si masticas con calma tu comida puedes eliminar la necesidad de bebidas y mejorar la absorción de nutrientes. De necesitar liquido con tu comida, opta por agua a temperatura ambiente o té caliente, ambos en poca cantidad.
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Comer vegetales no significa dos hojitas de lechuga blanca y un tomate triste.
La falta de platos ricos en vegetales y hojas es tan típico, que no debe extrañar el exceso de acidez en la sangre, estreñimiento y reflujo tan comunes en muchas personas. Esta carencia de vegetales es sinónimo de una carencia de minerales, vitaminas, fibra y otros micro-nutrientes necesarios para limpiar y eliminar toxinas acumuladas en el cuerpo. La típica combinación de almidones con proteínas representa una digestión pesada que recarga el proceso digestivo. Una combinación más favorable es abundantes vegetales con proteínas, o abundantes vegetales con almidones en tu comida. Mientras más cantidad y variedad de vegetales tengas en tu plato, mejor sera la densidad nutricional, te ayudará a bajar de peso y mejorarás tu metabolismo. Te recomendamos que los vegetales formen 2/3 partes de tu plato y en el 1/3 restante integrar almidones o proteínas.
¿Qué vas a hacer diferente este año? ¿Haz pensado que menú saludable compartirás en tu cena de navidad? ¿Que dinámicas quieres lograr para conectar más con tus seres queridos?
Hay muchas maneras creativas y deliciosas para disfrutar exquisita comida sin provocar estos efectos adversos a tu salud y la de tus seres querido. Si estás buscando oportunidades para aprender quizás te interese nuestra próxima Clase de Cocina y Cena de Navidad.
¡Vamos a crear dinámicas que favorezcan el crecimiento, el compartir, el agradecimiento y la profundidad de celebrar la vida!
Esperamos que estos consejos te sirvan de apoyo para lograr más bienestar en tu vida y la de tu familia. Tu salud es sinónimo de alegría y motivación para nosotros 😄. Por eso nos interesa apoyarte a seguir creando ese estilo de vida saludable y alimentación que tanto deseas ❤️.
Queremos saber, ¿qué vas a hacer diferente este año? Compártelo con nosotros en los comentarios abajo.